Bodegas Casa Rojo comienza el año 2020 presentando una de sus novedades más esperadas, Las Viñas Bastardas, un vino tinto con el que la bodega hace un homenaje a las viñas viejas y a sus agricultores que, por motivos geográficos y territoriales, han quedado desclasificados de D.O.
El vino ha sido elaborado a partir de uvas de la variedad Monastrell (tradicional de la zona), Cabernet Sauvignon (varietal de origen francés que aporta cuerpo y capacidad de crianza) y Tempranillo (varietal extendido en España que refuerza la fruta y la expresión del vino).
Los viñedos seleccionados son singulares y muchos de ellos casi centenarios, estando todos fuera de los límites de las denominaciones de origen Jumilla, Yecla y Alicante, tres denominaciones geográficas vinícolas que dejan un triángulo descalificado entre ellas, precisamente en la zona en la que se encuentra la bodega.
Casa Rojo vuelve, con este vino, a sus orígenes a la Región de Murcia y, en concreto al Paraje de La Raja -en el altiplano murciano-, elaborando un vino del que se han embotellado de la añada 2018 algo menos de 80.000 botellas.
Se pretende reforzar la idea de la gran extensión de viñedos que tenemos en nuestro país, un país que es vino, que es cultura de vino.
Muchos de estos viñedos, centenarios y con una calidad excelente, de bajos rendimientos y alta concentración, han sido sin embargo abandonados a su suerte al quedar por escasos metros fuera de los limites (muchas veces caprichosos) de las Denominaciones de Origen, quedando por lo tanto sus uvas depreciadas y no siendo rentables para el agricultor.
Con el concepto de “Las Viñas Bastardas”, Casa Rojo da nombre a esas viñas que han recibido el trabajo y el cariño de toda una vida. Viñedos con un gran pasado -ahora borrado-, sin un futuro aparente, y que ahora sí tienen aunque estén fuera de los límites de las denominaciones de origen.
“Cuando iniciamos el proyecto de vinos elaborados en el singular Paraje de La Raja, al sur del territorio marcado por la Denominación de origen Jumilla, pronto nos dimos cuenta de que nuestros varietales (Petit Verdot, Syrah, Garnacha y sobre todo Monastrell) estaban marcados por características físicas y, por supuesto, organolépticas muy distintas a las que en otras zonas de la extensa D.O. se producían, por lo que desde el principio hemos hablado siempre de una subzona muy particular: el Paraje de La Raja, sin renunciar por supuesto a la D.O. que nos engloba, la D.O.» , señala José Luis Gómez, enólogo y CEO de esta empresa.
Esos viñedos datan de hace más de 70 años -en ocasiones 90 años-, con tres generaciones de vida y de supervivencia. Pero debido a los límites administrativos establecidos por la denominación de origen, creadas hace menos de 60 años, muchos viñedos al límite de estos términos quedaron fuera del consejo, a pesar de su calidad, quedando huérfanos, desprotegidos y sin nombre. Hoy, son un tesoro en peligro de extinción.
En definitiva, vinos que van a dar mucho que hablar… y que disfrutar.