Sin límites, sin reglas, sin fronteras… Así nace Cinco Punto Uno. Un vino concebido para crear la curiosidad a los amantes del vino que valoran la creatividad, el atrevimiento y el desafío a lo ya establecido.
Cinco Punto Uno es el primer vino elaborado por la bodega The Bargiela Bienati Winery, un nuevo proyecto enológico capitaneado por Hernán Bargiela y su mujer Nadia en Salvatierra do Miño (Pontevedra) que nace con la filosofía de elaborar vinos diferentes y sin normas establecidas.
Estos dos argentinos con sangre italiana y española, decidieron en 2017 volver a la tierra de la bisabuela de Hernán, Filomena, convirtiendo la casa familiar en una micro bodega dotada con todos los avances tecnológicos necesarios para elaborar grandes vinos pero manteniendo el espíritu de la antigua construcción gallega de piedra de hace más de 100 años. En 2013 se inició la recuperación del viñedo –siguiendo un estudio del CSIC, que contempla 50 clones de albariño y una docena de godello.
Un vino sin fronteras
Cinco Punto Uno es un vino muy original elaborado con cinco variedades europeas distintas, un blend único en el mundo. 30 % de albariño y 10 % de godello procedente de sus viñas en Salvaterra do Miño en Rías Baixas, 30% de treixadura de la comarca de Ribeiro, y 5% de sauvignon blanc y un 25% de chasselas, ambas provenientes de la región de Lörach en Alemania. Una mezcla explosiva y que imprime un carácter diferenciador y con mucha personalidad.
“Sabíamos que íbamos a plantar albariño y godello, pero queríamos buscar otras variedades que fuesen compatibles con éstas, así que nos lanzamos y recorrimos al menos unos 15.000 kilómetros atravesando buena parte de Francia, Italia, Alemania y Suiza. Hemos probado y analizado una buena cantidad de variedades blancas y nos hemos quedado con el sauvignon blanc y el chasselas de un pequeño viticultor de Lörach, que le aportan estructura y complejidad”, explica Hernán Bargiela.
Las cinco variedades se vinifican por separado y tras estar al menos 10 meses reposando en acero inoxidable, se hace la mezcla final. El vino pasa otros seis meses en botella y su producción es de 4.000 botellas.
Es un vino aromático, fresco, complejo. En nariz sobresale la fruta madura de pera y manzana. En boca es untuoso, frutal, equilibrado, elegante y con una gran acidez.
El nombre de Cinco Punto Uno tampoco está puesto al azar. Cinco son las variedades que participan en este blend tan especial pero también son cinco las personas que participan en este proyecto enológico. Un número mágico que da como resultado un nuevo concepto de vino, un vino revolucionario que simboliza la unión. Un vino que nace rompiendo moldes. Un vino sin fronteras.