El Consejo Regulador Rueda ha entregado 83.100.205 contraetiquetas en el último ejercicio, de las que el 99,97% corresponden a vino blanco.
En un año muy complicado para todos los sectores, y para el vino en particular, la Denominación de Origen Rueda ha decrecido un 10,47% respecto a 2019, debido a la pandemia sufrida y a la crisis del canal Horeca con el descenso en el consumo que ello ha implicado.
Sin embargo, gracias a su fortaleza de marca, Rueda ha conseguido mitigar dicha caída, pues los consumidores han seguido confiando en la misma y han hecho que los canales de alimentación y online se conviertan en las alternativas para seguir comprando vino de la D.O. Rueda y poder disfrutarlo. “Es un descenso importante, pero mucho menor del que se podía prever en estos momentos tan complicados para el sector. Durante estos meses hemos aumentado las ventas online, en supermercados y tiendas especializadas y hemos tenido una mayor presencia de marca, aunque esta subida no compensa la caída del canal Horeca”, confirma Carmen San Martín, presidenta de la Denominación de Origen.
De las 83.100.205 contraetiquetas entregadas, el 99,87% corresponde a vino blanco con un total de 82.795.125 contraetiquetas, 104.724 corresponden a vino Espumoso y 3.245 a Vinos de Licor.
En 2020, la Denominación de Origen Rueda ha cumplido 40 años. Una fecha especial que no se ha podido celebrar como estaba previsto, debido a la situación sanitaria. Las bodegas han vivido a expensas de la evolución de la pandemia y muchas se han visto afectadas por su destacada presencia en el canal Horeca. “Pese a todo, nos mantenemos optimistas e ilusionados, y estamos muy satisfechos de ver cómo los consumidores continúan apostando por nuestros vinos. Según los datos de 2019, Rueda crece por encima del consumo medio de vino blanco, y tiene un 39% de cuota de mercado en vinos blancos de calidad”, añade Carmen San Martín.
Retos para 2021
El Gran Vino de Rueda es uno de los grandes retos para este nuevo año. A partir de abril ya se podrán calificar los primeros vinos de esta categoría, que supone un valor añadido para los consumidores. Son vinos elaborados con uvas provenientes de viñedos con más de 30 años de antigüedad, con rendimientos más ajustados (6.500 kg por hectárea) y una ratio de transformación del 65 %. Los consumidores podrán identificarlos fácilmente, ya que llevarán una contraetiqueta diferente.
Por otro lado, la D.O. Rueda afianza su apuesta por la versatilidad de su uva autóctona, la Verdejo, capaz de producir elaboraciones tan diferentes como vinos jóvenes, espumosos o dorados, así como vinos de guarda. Carmen San Martín considera que, “queremos seguir sorprendiendo a nuestros consumidores con el gran potencial de la variedad Verdejo. Según los propios enólogos aún nos queda mucho por descubrir, sobre todo desde el punto de vista del envejecimiento. Todos nos maravillamos por su capacidad de guarda y por la expresión y matices que es capaz de producir, que le permiten equipararse a las variedades más reconocidas del mundo”.